Reconozco que me he convertido en un friki de los pinceles. He pasado de una despreocupación total a dispensarles unos cuidados casi enfermizos. El principal responsable de esta piadosa conversión a las buenas prácticas ha sido mi amigo el pintor Miguel Coronado. Observar el mimo con el que él los limpia, enjabona y adereza me ha hecho envidiar su colección de pinceles de pelo de buey, aseados y siempre en perfecto estado de revista dispuestos al trabajo.

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Pinceles de oleo y acuarela, naturales y sinteticos

Me encanta lavar mis pinceles mas preciados y dejarlos como nuevos. Los sintéticos de calidad y no digamos los de pelo de buey o de mangosta y los de marta Kolinsky.

El placer de usar un pincel en buenas condiciones, es impagable siempre y cuando, claro está, aprecies  los pequeños placeres de la pincelada: dejar la huella deseada, trabajar mezclando el color como tu quieres y sentir como se doblan las fibras bajo la presión de la mano, como se carga y como se deposita la pintura.

Si la aplicación de pintura no te importa demasiado y practicas deliberadamente una forma descuidada de aplicación,( lo cual también es muy respetable) todas esta consideraciones no son para tí, y puedes pasar a leer otro post o mejor ponerte a pintar y no perder mas tiempo en éste

Cada pincel tiene su particularidad pero a efectos de limpieza no hay muchas diferencias y podemos seguir unos pasos sencillos y eficaces para tenerlos siempre como nuevos. Hablamos aquí del lavado de los pinceles de óleo porque los pinceles de acuarela al ser el medio acuoso se lavan con mucha facilidad con agua y jabón.

Durante la sesión de pintura yo suelo tener un bote con trementina o white spirit inodoro para quitar excesos de pintura cuando voy cogiendo colores pero hay que intentar evitar dejar los pinceles boca abajo en este tarro porque  enseguida se doblan y se deforman las fibras del pincel.

Una vez que se ha terminado la sesión de pintura tenemos dos opciones:

Puedes vaguear y dejar la limpieza para otro día sin arruinar tus pinceles

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pinceles de oleo en la bandeja con aceite

Si por la razón que sea no tenemos tiempo material (o ganas) para limpiarlos puedes hacer algo sencillo: hay que dejarlos sumergidos en una bandeja plana de plástico, paralelos al fondo de la misma de forma que no se deformen las fibras. En la bandeja puede haber simplemente agua, pero es aún mejor usar aceite del que se usa para los niños pequeños. Los colores al óleo secan por oxidación así que cuando los privamos del contacto con el aire estamos evitando que la pintura endurezca. Con el aceite para niños ademas se disuelve y se desprende la pintura, nutriendo de paso las fibras naturales.

Como podrás observar aquí no estamos limpiando todavía sino solo evitando que se seque la pintura en los pinceles. Estos pinceles, así preservados, podemos seguirlos usando al día siguiente porque la pintura no estará endurecida, solo hay que tener la normal precaución de no contaminar los colores que vayamos a mezclar, porque tendrán siempre algún pequeño resto. Si los usamos cada uno dentro de su gama tonal, simplemente bañándolos un poco en trementina y retirando los excesos con un trapo podemos recoger mas pintura nueva de la tonalidad en la que trabajemos con ese pincel y seguir trabajando.

Limpiar los pinceles: una actividad Zen poco valorada

Cuando tengas un poco de tiempo y quieras limpiarlos ( y pronto te costará poco porque es como una actividad Zen que te acabara enganchando) puedes pasar al protocolo de limpieza.

  • Si los tienes ya en aceite de bebés, agitalos bien para desprender la mayor parte de pintura y retira el exceso con un trapo o papel de cocina.
  • Ahora están listos para el lavado definitivo.

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Se puede hacer con distintos detergentes y jabones pero lo mas cómodo son las pastillas de jabón sencillas de glicerina que puedes encontrar en muchos supermercados. La ventaja de la pastilla es que tienes una superficie contra la que frotar el pincel lo que lo hace muy cómodo y además te permite ver muy bien si el pincel sigue dejando color en la pastilla. Cuando ya solo crees espuma blanca es que ya lo tienes limpio.

Bajo el chorro de agua templada, frota el pincel, hasta que no deje ninguna huella de color sobre la pastilla de jabón. Acláralo bien. Piensa que es la cabeza de un pequeño animalillo con pelo. Tus pequeñas mascotas. No te voy a pedir que le pases el peine pero acláralo bien.

  • La última parte es el atusado: mientras lo aclaramos bajo el chorro de agua, con los dedos vamos recuperando la forma del pincel y colocando todos los pelos que por efecto del frotado en el jabón pueden haber quedado descolocados.
  • Finalmente los secamos con un poco de papel dándole forma.

Si quieres entrar al club Friki como miembro de pleno derecho y te vas a tomar unos días de vacaciones le puedes dar ahora un poco de fijador de espuma que los mantendrá con un pelo mejor colocado que el de Justin Beaber.

He visto como otros miembros del club Friki de los pinceles, mantienen los tubitos de plástico originales que vienen para proteger el pincel y que yo normalmente pierdo el primer día. Incluso hay algunos que diseñan dispositivos especiales para dejar reposando los pinceles boca abajo pero sin tocar nada con las fibras claro, porque aseguran que dejados en un bote boca arriba, el agua que queda después de lavarlos,  puede penetrar hacia la base de las fibras debilitándolas. A mi esto me parece ya excesivo.

Algunos aspectos a tener en cuenta del proceso de limpieza:

Algunas fibras retienen mas el pigmento que otras. Los pelos naturales tienden a mantener su color y si se limpian a tiempo apenas sufren cambio de color con la excepción de las cerdas naturales que se tiñen con facilidad. Esto no es un inconveniente no obstante para su buen funcionamiento.

Hay que prestar especial atención a limpiar bien la base de las raíces del pincel. donde se unen las fibras con la virola. Es una zona en la que de forma inevitable se acumula la pintura. Si no lo limpiamos bien esta acumulación va haciendo perder flexibilidad al pincel cambiando totalmente su acción y propiciando la pérdida de pelo.

Especialmente en los pinceles baratos, cuando los dejamos sumergidos en la bandeja con agua, se puede hinchar la madera del mango y puede hacer saltar la pintura que lo recubre. También esta oscilación de volumen del mango puede hacer que la virola se afloje y quede suelta. Como digo esto es común en pinceles mediocres y es raro que te ocurra en pinceles de calidad.

Si cuidas y mimas tus pinceles mas preciados, te proporcionarán muchos años de placer y de servicio. ¡Disfrutalos y haz Buen Arte con ellos!